Número 9

Los procesos de publicación de Cuentística nunca son iguales. Cada número conlleva retos y desafíos que debo encarar juiciosamente. A veces, los contratiempos se resuelven con sencillez; otras, requieren de una ardua intervención. Para este número, el noveno ya, fue una de esas ocasiones en las que, por diversas razones, el proyecto me demandó mucha atención y energía, lo que resultó más agotador de lo usual. Sin embargo, y tras resolver cada eventualidad, el proceso llega al fin.

Los cuentos aquí reunidos son el resultado del trabajo conjunto entre los autores y el editor. La mención no es gratuita, ya que no está de más recordar el papel que juega este personaje. El editor no es un obstáculo entre los escritores y su destino, que es publicar. Es, ante todo, un aliado que va a cuidar la calidad de la obra que le confían. Ningún editor serio (me refiero a alguien que no se toma su trabajo a la ligera) publicaría nunca una obra antes de intervenirla. Porque no hay relato, por bien escrito que esté, que no contenga, al menos, alguna falla, por lo que todos requieren una lectura cuidadosa y atenta para repararlas.

Y a los autores, les reconozco su compromiso para editar sus obras. Me queda claro que no todos están dispuestos a hacerlo. Les agradezco sinceramente por su empeño, su confianza en Cuentística y por su compromiso. Y gracias, sobre todo, por compartir su talento en este número.

Un último asunto: mi querido amigo Alan Santos no pudo incorporarse a este número por causas de fuerza mayor. Las cosas para él no están resultando sencillas. Por eso, desde aquí le digo: ánimo, amigo, ya pasarán las turbulencias. Te esperamos para el próximo número.

Solo me queda advertirle al lector que los relatos, vistos unitariamente, pueden parecer tan diferentes entre sí que no sería raro preguntarse cómo fue que terminaron juntos. Bueno, hay varios hilos conductores, entre ellos el deseo, la tragedia y la redención. Ya los descubrirá tras la lectura. Pero lo más importante es que cada uno lo sacudirá, por lo que no tendrá tiempo para la distracción. Lo garantizo. Y qué decir de las secciones: Julio María Fernández Meza nos plantea la crítica como una investigación policíaca, en la que el crimen es el arte, un misterio que hay que descifrar. En ese sentido, Octavio Paz señalaba que la crítica debía estar a la altura del objeto de su estudio: Julio lo confirma. Por su parte Brenda Suaste nos acerca a las adolescencias solitarias de la tríada, los niños de la entrega pasada que decidieron dedicarse a la escritura, pero nos muestra cómo se fueron perfilando sus decisiones. Y en El hilo roto, yo comparto algunas recomendaciones para quienes están pensando en escribir o ya comienzan a hacerlo.

Y como siempre digo: sean bienvenidos, pues, al noveno número de Cuentística.

Raúl Solís

Autores

Diego Covarrubias

Hannah Smith

Emilio Antonio Calderon

Atzin Contreras

Sara Montaño Escobar

Jorge Domínguez

Jorge Meneses

Ataly Rojo

Pablo Valentín

Secciones

Literacidad

Brenda Suaste

Delicuescencias

Julio María Fernández Meza

El hilo roto

Raúl Solís