numero 10

¡Ah, los aniversarios! Cuando esa fecha especial llega y nos recuerda que tenemos un año más de vida, o que hemos cumplido otro ciclo, suele ser motivo de alegría y entusiasmo. Hay quienes lo celebran, y otros que lo toman como un corte de caja para evaluar su crecimiento. Otros hacen como que es un día más y tratan de ignorarlo. Pero lo cierto es que para todos son significativos, y al menos nos permite medir el paso del tiempo. Parece una simpleza, medir el tiempo, pero como los seres mortales y finitos que somos es algo trascendental.

Con este número Cuentística cumple tres años, y claro que es motivo de celebración. ¿Cuántos relatos caben en diez números? Va un balance rápido: ochentaiséis cuentos de autores de al menos diez países, entre México, España, Argentina, Colombia, Perú, Estados Unidos y hasta Brasil, por ejemplo. La revista también llegó a Cuba, Venezuela y Uruguay. Ha cruzado fronteras para recopilar las obras más destacadas de sus autores, lo que le permitió nutrirse de visiones y propuestas tan ricas como diversas. Para mí ha sido un honor publicar a todos y cada uno de los seleccionados, de los que aprendo y con los que, en algunos casos, he tejido lazos profesionales y amistosos. Para todos ellos: gracias infinitas.

Pero vuelvo al número que nos atañe. No fue sencillo ordenarlo: es tan diverso y polifacético en su conformación, pero confieso que me entusiasmé con cada cuento desde la primera lectura. ¿Importa que sean tan diferentes entre sí? Claro, y podría alegar que es una muestra de la pluralidad creativa de los autores que han visto en Cuentística un espacio apropiado para alojar su obra; un reconocimiento que no es menor, pues estos cuentos bien podrían ser premiados en algún certamen. Por eso, y para mí, es un motivo de orgullo que decidan formar parte de nuestra historia.

También podría añadir que en este número hay al menos un cuento para cada gusto, o que es una invitación para no encasillarse en la lectura de una sola corriente literaria. Y todo esto sería verdad. Pero, ¿cómo saberlo? ¿Por qué debería alguien confiar en estas aseveraciones que parecen, más bien, una labor de venta? Si el lector no conoce aún el requisito fundamental para publicar en Cuentística, se lo digo de forma sucinta: el cuento debe estar contado de forma eficaz. No importa el tema, el género o la corriente estético-literaria: lo que importa es que esté bien relatado. Nada más. Esto le asegura una experiencia memorable de lectura, algo que hoy en día es difícil de encontrar. Así que basta con darle la oportunidad a uno de los cuentos; es muy probable que lo enganche.

Quiero agradecer especialmente a los colaboradores de la temporada por acompañarme en este año de publicaciones: a Brenda, por su mirada crítica, su presencia amorosa y por aceptar el desafío de unirse al equipo de escritores. A Alan, con quien siempre es un honor compartir proyectos y de quien aprendo un montón de cosas. A Julio, por su enorme talento y compromiso para colaborar en cada número. Y a Beto, amigo de mil batallas y en horas aciagas, por infundirle vitalidad a la revista con su sección. Gracias también a cada lector que se refugió en este espacio, a los que nos compartieron, y a quienes nos siguieron de cerca o lejos. Su compañía justificó nuestra existencia.

Y para no perder la costumbre, lo diré una última vez: sean bienvenidos, pues, al número de aniversario de Cuentística.

Raúl Solís

Autores

Irene M. Piñero

Alan Amado

Laura Victoria Bolaño

Diego Covarrubias

Jesús Guerra Medina

Yesenia Jasso

Carlos Ruiz Murcia

Juan F. Valdivia

Jorge Ossio Seminario

Nitz Lerasmo

Secciones

Literacidad

Brenda Suaste

Patografías

Alan Santos

Delicuescencias

Julio María Fernández Meza

El hilo roto

Raúl Solís