Número 8   

Con este número arranca la tercera temporada de publicaciones de Cuentística. Y como al inicio de toda etapa trascendental de la vida, se suscitan reflexiones de lo conseguido, se fijan nuevas metas y se dan los primeros pasos para conseguirlas. Dentro de los cambios al interior de la revista destacan dos: se suman nuevos colaboradores, a los que les doy la bienvenida, y se ha ampliado la extensión de los relatos para publicar cuentos más complejos. El resultado es sorprendente, ya lo verán.

Los relatos aquí reunidos van de lo cotidiano a lo fantástico, de lo amoroso a lo cruento. Tenemos tres perspectivas de la maternidad tan intrigantes que es imposible quedarse impávido ante ellas; dos relatos sobre escritores que en realidad no ejercen el oficio con soluciones disímiles pero con una duda primordial: ¿se puede ser un escritor así? Tres relatos fantásticos, de los cuales dos entran en el terreno de lo paranormal, una temática narrativa que no se explora tanto como otras más recurrentes, como el terror o la ciencia ficción; uno sobre el cambio climático y otro más que involucra al mar, una caracola y una trampa que resulta mortal.

En las secciones se mantienen Patografías y El hilo roto, pero se suman Literacidad, o cómo la escritura transforma la vida de una persona; también Delicuescencias, un espacio para la reflexión sobre los ejercicios de escribir ficción y crítica literaria, y una nueva sección audiovisual: Cuentística 182, un espacio para las recomendaciones literarias. La sección de Literacidad está a cargo de Brenda Suaste, que tiene un largo recorrido con temas de la enseñanza–aprendizaje, y teorías educativas. Y gracias a su formación periodística nos llevará a recorrer la historia de vida de tres autores, pasando por las tres etapas significativas de su desarrollo: comenzamos con su niñez, y nos señala que las experiencias vividas en estos años repercuten, abierta o veladamente, en su decisión por dedicarse a la escritura. Por su parte, Julio María Fernández Meza nos comparte un breve ensayo sobre el escritor que hace crítica, los puntos de apoyo que pueden encontrarse entre ambas disciplinas, y para personificarla toma a Edgar Allan Poe como referente. Y para finalizar, nos enrolamos en esta nueva experiencia en los medios audiovisuales con Cuentística 182, a cargo de Beto, nuestro librero de cabecera, que con breves y dinámicos videos nos comparte, mes a mes, lecturas recomendadas, principalmente de cuentistas.

Pero basta ya de estas erráticas síntesis. Lo importante para el nuevo lector no está en estas palabras sino en el contenido: cada uno de los cuentos le resultará memorable, estoy seguro. Y ya sea que concuerde o discrepe con lo que lea, lo verdaderamente valioso de estos relatos es que no serán fáciles de olvidar. Sin embargo, y a diferencia de lo que suelen argüir los críticos perezosos, hay que entender que estos relatos no son el retrato de ninguna realidad, sino un excelente ejercicio de construcción ficcional. Ya lo verán. Y para nuestros lectores habituales, solo me queda agradecerles su compañía y preferencia número tras número.

Una vez más, y como he dicho antes: sean, pues, bienvenidos a la tercera temporada de Cuentística, y disfruten de la selección de obras que he preparado cuidadosamente para ustedes.

Raúl Solís